A veces, con el ajetreo de la vida diaria, no nos percatamos de cuan apreciados y amados somos hasta que aparecen situaciones que evitan que participemos en nuestras rutinas y responsabilidades. Hoy no pude ir a trabajar por una situación de salud inesperada. Estuve ayer hasta la madrugada en el hospital. Sin embargo, hoy toadas las personas con quien comparto diariamente me hicieron llegar sus buenos deseos y pronta recuperación.
Quiero agradecer este gesto tan bonito y sus buenos deseos. Saben que el sentimiento es retribuido.
Esto me da más ánimos de regresar a mi centro de trabajo el lunes.
Nos veremos prontito!!!!
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